Fría
Se quedo muda como el frio de su piel Colmada de años y alucinaciones Como un pequeño caído del árbol Echo el último suspiro fuera de las vísceras Anclada a dos mundos por un momento Prefirió la palidez al rubor o al rocío Ya no era la misma de antes Su mirada cedió Y se apagaron la luz y los reflejos No volveré a su mirada, ni a su regazo Tan extraño ahora y tan desconocido Como un barril sin fondo en el que caí de niño Mirarla de repente con la quijada trabada Abrazada de las manos frías y ajadas Me recuerdan mi propio viaje Y ahí está esperando el cortejo que la ha de llevar al sitio, del que no saldrá nunca, Y es mejor así Nadie la hizo de lagrimas ni de evocaciones Nadie le construirá un altar y sin embargo le debo alegrías, tristezas y amor y un poco de su sangre la conservo conmigo Paso por aquí conocida y ausente como un rio Y ahora está ahí tendida, muda como el frio de su piel