Uno acaba la misma canción

Uno escribe siempre la misma canción
sobre un niño sabio con cara de viejo
que es simple y tan frágil detrás del telón,
que agoniza bajo, frente del espejo.

Uno canta siempre la misma canción
de otra noche más en la misma cantina,
cerca de Caronte, próxima estación
henchida de humo, como la rutina
Uno inventa siempre la misma canción
del poeta loco, entre las sirenas
que hace tango asido de su bandoneón
honrando aquel daño cargado en las venas

Uno siempre sueña la misma canción,

cascarilla en fuego por alto relieve,

de las cicatrices tostándose al sol

es tan tarde… y la vida tan breve

Uno empieza siempre la misma canción

acordes menores, siempre repetidos

del mismo trabajo y la misma obsesión,

y un primer encuentro por siempre perdido

Uno busca siempre la misma canción

con la insensatez de creer que es la nueva,

agregando fuerza y mejor intensión

que rapear hiphop, latin fuck special…

Uno escucha siempre la misma canción

del perro que ladra siguiendo la luna

con la pandereta, con el guitarrón

de mariachi loco, que estuvo en la tuna.

Uno acaba nunca la misma canción

sobre un viejo viejo, con alma de niño

que no pone fecha para la ocasión

de encontrarse a fin, al final contigo

Uno entona siempre la misma canción

de la vida buena en que confundimos,

hasta que un infarto nos baja el telón

y sea imposible el arrepentirnos