Fin de Siglo

Decadente y plástico por naturaleza,
conservador por apatía
patíbulo de patas frías, canícula de la belleza

Padres que se niegan a morir, y siquiera a crecer
ofreciendo su alma al diablo
por hacer realidad las ofertas nocturnas de la t.v.
para obtener esa juventud muchas veces maquillada
que se escapa como arena de sus manos débiles
y mezquinas
manteniendo anacrónicas ideas, vueltas utopías
en generaciones que pretenden su olvido

Amenazados detrás de los espejos
esperan ansiosos los viernes
para buscar las bocanadas de adolescencia
que salen de los antros hoy, tan corrompidos
equis hijos para equis Padres
tales para cuales y sin sentir

Hombres y mujeres que prefieren ser hijos
Hermanos, “amigos” de sus hijos
sin ruptura, sin deslinde, sin responsabilidad
con la endeble autoridad paterna
y la sutil posesión materna
Pro de una era sin choque generacional

Han sido derrumbados los sueños
los ídolos del pasado, sin haber construido los nuevos.
Razón por la cual, cualquiera se llama maestro, semidios
pastor, artista o critico de algo.
Periodo largo e irresoluble, transición hacia la nada
donde toda fe se vale.
Donde todo amor se compra como las cantantes baratas
Como acompañante ejecutiva
Mujeres cosificadas por su propio género
Quinceañeras que prefieren un narco a un profesionista
Hombrecillos del dinero fácil a como sea
Decadencia de valores a cambio de moneda
Y el apartheid nos tiene igual
Ella se fue con mi último suspiro ya no sirvo para amar.
¡Oh Madre blues! Llévame a otro lugar..!