Nadie más
A François de Montcorbier
Marcado en el sino como de una cruz, tu buen pecado
A la palestra bufón, sé buen ejemplo
Poeta truhán, habitante de tabernas,
A la hoguera descarado, tu testamento
Nadie más sabe cuánto resistió Satán la espera
Dicen que desesperado, asesinaste a la muerte
Y otros dicen que eras triste
porque una sana mente, bajo fondo no ha llegado
Por montarás y mendigo pasaste algunos reinos
Algunos años que bien aprendiste a ser tu dueño
Por lúgubres telarañas viajaste como una monja
Que sin saber de Dios se entrega a él como al destierro
serían desgarrados
Poeta ordinario, mazacote de las tascas,
Nadie más que tu cuello ahora sabe
Lo que tu culo ha pesado
Huye corazón, nadie notara que te has marchado
Marcado en el sino como de una cruz, tu buen pecado
A la palestra bufón, sé buen ejemplo
Poeta truhán, habitante de tabernas,
A la hoguera descarado, tu testamento
Nadie más sabe cuánto resistió Satán la espera
Dicen que desesperado, asesinaste a la muerte
Y otros dicen que eras triste
porque una sana mente, bajo fondo no ha llegado
Por montarás y mendigo pasaste algunos reinos
Algunos años que bien aprendiste a ser tu dueño
Por lúgubres telarañas viajaste como una monja
Que sin saber de Dios se entrega a él como al destierro
Diversas cortes te descotaron, ¡muchos amos poeta!
Para tu buena letra, desgraciado
Asesino, mago; calzas, jubones y bragas te cobijaron
y todos los vestidos que tuvieres
serían desgarradosCon suculenta espera, te alimentaste
de la mística vulva de una arpía,
amigo, sin ser cliente de burdeles,
de las prostitutas, no las más bellas
no las mejores; !De las mas putas¡
que conocias
que conocias
-¡vamos! ¡que la eternidad se escapa!-
a las tabernas pronto, a las mujeres
A la palestra bufón,
A la horca desvergonzadoPoeta ordinario, mazacote de las tascas,
Nadie más que tu cuello ahora sabe
Lo que tu culo ha pesado
Huye corazón, nadie notara que te has marchado
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