Lazaro

El antro cierra sus puertas
una espesura de niebla se planta en la calle
ella se hace vulnerable y piensa mientras tiembla
-sin las copulaciones necesarias habrá hambre
el hilo invisible va tejiendo sus telas
los labios violetas de una puta coquetean
y pulula el germen de su estirpe
limosnea la noche de sotana negra
se alivian los luvianes
se olvidan nuestros nombres adentro al antro
socavaciones, laúdes de lodo pasando al lado
de mi oreja
me elevo con mi alma
oh! cielo, veo el limonero de cerca
mientras mi bicho, entra en una trampa

Amo esta ciudad
en el nombre del vaho y el virus mutado
conozco las esquinas donde copulan putas y borrachos
ellas han aprendido a sorber el vomito de sus clientes
a bailar como el perro, con dinero pues
los principios familiares protegidos con un condón
sin nombre y sin lubricante
solo yo soy un buen indio
solo yo he caminado a las dos de la mañana sus calles
pero se ha vuelto hermética, miserable
ella sabe que le amo, aun así, no quiere escucharme.

he rentado mi libertad por lo mundano
he querido hacer historia
aun creo en el pasado
en las huellas de la memoria
en el contratiempo
en los cuentos de colores
en María, en abril
mañana renazco, te encuentro, me pongo el mandil
revivo, te miro, te sonrío y me dejas vivir
parte de Mi corazón amada, arteria que nutre mis ganas
comezón del cuerpo, mi piel de gallina a tus anchas
estoy aquí contigo, levantate... y anda.