Al Poeta
Te has
quedado sin voz, maldita sea
Sin lengua
juiciosa, sin anginas
Sin
cosquillas en las manos o en la tinta
Sin
preceptos adjetivos de la lengua
Te has
cansado de ensayos y columnas
De
epígrafes, verbos, sustantivos
De combinar
el ripio y la libreta
Del do, re,
mi sagrado de los libros
No existen
ciudades que lloran
No existen
las academias de las rimas
acostumbras
tu vida al cautiverio
Te cansaste
de cansar a las vecinas
Te has
cansado de cansarte de esperar
De hacer a
un lado los cuadernos
Dejaste de
pintar
De poner tu
nombre en cada intento
Has dejado
de soñar en cada letra
Que
desvanece en cada hoja del otoño
Empezaste a
madurar, quien lo dijera
Y olvidaste
las palabras de tu evoco
Un día deje
de recibir tus cartas
Y me fui
como el rio por la vereda
A escuchar
algunas aves cuando graznan
descubrir el mundo sin poetas
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